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25 de mayo de 2014

Tandil. Una merecida visita al Museo Histórico Fuerte Independencia

Por Lic. María Elena Valdez

Este Museo nace a partir de la iniciativa de un grupo de vecinos que forman la Asociación Tradicionalista Fuerte Independencia, unidos por el interés de cultivar las costumbres y tradiciones locales. A lo largo de 5 décadas, fue reuniendo distintas colecciones con objetos provenientes principalmente de donaciones.


Pulpería
En sus 2000 mts cuadrados, atesora importantes objetos y documentos  de gran valor histórico y cultural a nivel regional y nacional, organizados en 16 salas entre las que se encuentran espacios ambientados que no tienen desperdicio. Uno de los espacios que más atrae a los turistas es la Pulpería, recreada con el mostrador y la típica reja, provenientes de una pulpería de la zona de las Numancias. Allí, los visitantes pueden darse el gusto de tomar una cañita como se hacía en el S.XIX, entre decenas de objetos de la época, en un ambiente de encuentro, cálido y familiar, a la vieja usanza. No deje de echar un vistazo al original “Aviso de la Policía”.

Farmacia
Otra de las salas en la que vale la pena detenerse es la Farmacia, ambientada con las vitrinas originales, muebles franceses y objetos en impecable estado de conservación, pertenecientes en su mayoría a la Farmacia Central, la primera de Tandil.
Otros espacios recreados son la herrería con piso de tierra y elementos originales del oficio, estampas, yunque, fragua, martillos. La cocina de campo, con decenas de cacharros y utensilios, una heladera y hasta un molinillo de café nos permite imaginar cómo transcurría el día a día en los hogares de entonces.

Taxi
Cuenta además con una colección muy importante de carruajes de los siglos XIX y XX, entre los que se destacan un taxi inglés del S.XIX, único en argentina, la primera ambulancia que perteneció al Hospital, el carro de “los angelitos”, una enorme carreta de 1870 y un típico carro lechero. En el patio se exhiben las ruedas más grandes del país, construidas en Tandil, que pertenecieron a “Dorita”, una chata que se utilizaba para transportar mercadería a Buenos Aires.

También hay un amplio espacio dedicado al ferrocarril, en el que se puede encontrar desde una locomotora hecha a escala, hasta el mobiliario y la vajilla de un vagón comedor y una oficina de telégrafo.  

Si le interesa indagar en la historia local, encontrará piezas únicas que hablan de los orígenes de la ciudad, como piedras de la muralla y uno de los cañones originales del Fuerte Independencia, una maqueta de la fortaleza, así como la primer campana de la Iglesia del Centro, el poncho de tata dios, entre decenas de otros objetos y documentos históricos.

Hay colecciones para diversos intereses, como fotografía, numismática, pueblos originarios, antigüedades, religión, aviación, ciencias naturales, personajes de la historia local y la última sala inaugurada este año, dedicada a la Gesta de Malvinas.


También atesora documentos, manuscritos y diversos elementos pertenecientes a personalidades del orden nacional, como el Gral. San Martín, B. Machado o J.A. Roca, Juan Moreira, entre otros.

Vale la pena dedicarle al menos un par de horas a la visita, ya que  se van a sorprender con cantidad de objetos que no es habitual encontrar en un museo local. No obstante, si se quedó corto de tiempo, puede volver al día siguiente con la misma entrada.

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